Haceros complices de las historias de las zapatillas personalizadas de alpARTgata ha sido siempre una máxima. Ana vino un día a mi taller con una lata de esas maravillosas que ilustra Kilia que recuerdan al fabuloso Andy Warhol. Kilia vive en la Républica Dominicana y es lasubdirectora de la revista SDQ magazine y maestra de arte en primaria y secundaria.
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Por supuesto hablamos con ella para poder hacer las zapatillas optimistas de Ana y como no su respuesta desde el principio fue positiva. Ella y Ana, nuestra protagonista fueron compañeras de trabajo en el periódico, allá al otro lado del atlántico.Y es Ana, quien hoy escribe este post. Quien mejor que ella para contarnos la historia de estas zapatillas pintadas a mano.
Allá va…su post…. Mi cameo
«Hoy me he calzado unas alpARTgatas por primera vez. Cuando Julita me hablaba del efecto alpARTgata no lo entendía muy bien, porque no se puede explicar con palabras, porque se siente y lo mejor de todo… sospecho que es adictivo. Sentir que una parte de tu historia personal te acompaña al compás de tu pisada y sonreír como una tonta cuando ves tu zapatilla terminada, solo puede llamarse efecto alpARTgata.
Hace unas semanas por fin se me ocurrió cómo personalizar mis zapatillas. Elegí la imagen con la que una ilustradora, compañera de trabajo en el periódico Listín Diario y amiga, Kilia Llano, personalizó una serie exclusiva de latas de aceite de soja para la marca Crisol, fabricada por la Sociedad Industrial Dominicana en el año 1999. Cuando produjeron los primeros ejemplares, pedía Kilia que me guardara una y, a pesar del considerable tamaño, voló conmigo a mi regreso a España.
Hoy me he encontrado la lata convertida en unas zapatillas, mis zapatillas. Este encargo de alpARTgata es un homenaje a la amistad y al arte.
Esta lata es para mí un símbolo. No sólo porque es un souvenir nada frecuente de la República Dominicana, sino porque me ha acompañado en el final y el comienzo de nuevas etapas, en mis mudanzas -que han sido unas cuantas- y me recuerda que a pesar de los cambios, las personas auténticas siguen permaneciendo a mi lado.
Desde que empecé a trabajar cerca de Julita ha habido algo en ella que siempre me ha recordado a Kilia. Kilia y Julita tienen en común esa personalidad tan protagonista de los artistas y comparten un sentido crítico de la realidad. Pero además, ambas simbolizan una de las necesidades más grandes del ser humano: la belleza.
El arte es para mí tan vital como el agua que bebemos o el aire que respiramos, estemos en épocas de vacas gordas o flacas. ¿Qué sería de una sociedad sin color, sin dibujo, sin expresión? La belleza no entiende de crisis ni de fronteras, el arte es capaz de unir continentes y de poner optimismo en nuestras vidas. Y alpARTgata es especialista en eso»
Muchas gracias por ver la vida desde este lado.
