Conquistando Soria, Asómate a Tierras Altas: Bretún

 

En Bretún es obligatorio parar.

Allí, se para todo, te paras tú, se para el panadero, se paran Angel, Sisi, el Cachorro y Pablo. Se paran Isabel, Natalia, y su familia, Eva, los de la caravana de Toledo, Ávila y Madrid. Allí para el médico, paran los carteros, paran los obreros de la diputación, los de la Caja rural y paran curiosos, perros, abejas, abejorros, buitres y en la sierra se paran los molinos.

Bretún  es un sin parar en el que se para todo, se para el tiempo…y se siente el silencio…que no la soledad. Sobre el barranco se elevan sus casas, casi todas,  por no decir todas, conservadas con todo su encanto. Enfrente de ese balcón corrido sobre el barranco, los yacimiento, piezas clave del municipio y detrás de esos tejados rojos y en el alto, la iglesia de San Pedro Apostol…nuestro enclave.  Lugar mágico que esconde la herencia de algún pasado indiano en forma de ángeles aztecas.

Detrás, en la pared del campanario lleva años pintado un grafitti. He intentado conocer a la persona que lo hizo, que por lo visto es del pueblo y curiosamente en la página de soria ni te la imaginas de Diputación he encontrado la foto de la derecha. Podeis ver como era, como era hasta hace unos días y un poco más abajo como ha quedado. Desde aquí un saludo con mucho cariño al anterior artista de esta pared que convertida en frontón ahora está inutilizada, entre otras cosas porque la carretera y el aparcamiento de autobuses se ha comido parte de la pista de juego.

Bretún, pertenece al  Ayuntamiento de Villar del Río que estos días colgaba sobre sus puertas “los aleluyas”, trocitos de tela en las puertas de las casas, que identifican “cuantas mozas” moran en ellas y donde por cierto en el bar de la plaza hacen un café y unos bocadillos de emergencia maravillosos.

Llegué de noche, no hacía nada de frío, pero Ángel, Pablo y el Cachorro habían encendido la hoguera. Sobre un bidón ardían cuatro palos, todos la miraban. No dudaron un momento en ofrecernos su ayuda y así fue. Fueron apareciendo el alcalde, Enrique y su esposa, el responsable de GarfePelota que adora su pueblo y aún entre semana baja a Bretún desde Bilbao, dice, que a disfrutar de la vida.

Al día siguiente conocí a Isabel que muy amablemente  me habló de su casa rural La Villa de la Peña. Además de ofrecerme un café con un trozo de tarta sorpresa… riquísimo. No dejeis de ir a visitarla…

 

Una de las curiosidades de este hermoso y conservado pueblo, es que en él se ubica la Fundación Vicente Marín, un corazón bondadoso que ayuda a conservar el municipio. Desde aquí se pueden apreciar sus réplicas de dinosaurios y los yacimientos, deleite de los turistas más pequeños.

Y dicho esto, y espero no olvidarme nada… nos ponemos manos a la obra para conocer el mural del proyecto #ConquistandoSoriaAsomateaTierrasAltas que junto con Numanguerrix estamos desarrollando por la zona.

En el mural están representadas la tradición del ramo, que por supuesto lleva nuestra protagonista «Pelendona» como no podía ser de otra manera, la iglesia de San Pedro, los ángeles, las huellas de los dinosaurios y por supuesto, la imprescindible Señora Sara. Sara, sin querer, ha enseñado durante años a todos los visitantes de este pueblo soriano con tanto encanto lo que era «la larga, la corta, la punta y el tacón», lo que eran los coprolitos…. todo lo que los estudiosos del yacimiento le enseñaban, lo trasladaba a los turistas y se ha convertido en un personaje entrañable para muchos.

 Cuando veas la vida en blanco y negro, cierra los ojos…sueña y verás al abrirlos que el esfuerzo ha merecido la pena.

 

 

Y estos son los primeros retratados. Venían en caravana, son de Toledo, Avila y Madrid y me parece que su cara lo dice todo… y  sus palabras también. Podeis mandarnos vuestras fotos 🙂

Ha sido un placer estar con todos vosotros. Gracias

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