Las Manos de la Tierra: Zárabes, HOSPITALIDAD. Línea 1 de la España Vaciada

Proyecto artístico Las Manos de la Tierra , Línea 1 de la España Vaciada Soria

Al abrir la puerta, se enciende la luz de la HOSPITALIDAD

Estás en este mapa MAPA LINEA 1, 2 Y 3 DE LA ESPAÑA VACIADA

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ZARA, ves? Todo lo que ves,es tuyo.

Así empieza mi visita en esta localidad del Campo de Gómara, y así comienza la leyenda. Cuenta que estaba el rey moro mirando desde la ventana de su castillo junto a su hija, la princesa Zara, y mirando los campos de Gómara le dijo la frase que da nombre a esta localidad.

Un vecino de este pueblito realizó este escudo que luce en la despoblada plaza haciendo alusión al rey moro, a lal princesa y al Castillo que un día hubo por aquí. La letra Z …MISTERIOS misteriosos de la historia.

 

Parece que en un lugar tan remoto, y tan cerca de todo a la vez, no pasan cosas. Pero fijaros. Resulta que Zárabes tuvo la ALCALDESA mán anciana de España Ángela Martínez, Y menuda debió ser… Me cuentan que un día se cayó la iglesia. Ella se encargó de guardar todo lo que pudo junto a su hermana. Hormigón en mano se apañó la iglesia como se pudo,jeje, para conservar sus campanas arriba y evitar los expolios y fué el Obispado quien se hizo cargo de guardar las cosas más valiosas. Que me decís. Ser el último habitante de un pueblo sobrelleva una carga emonional de tristeza que pocos de nosotros podemos entender. A mí me cuesta mucho empatizar con ella. Que debió de sentir Ángela en aquella soledad del entorno? Que responsabilidad le encargó la vida. Una mujer luchadora debió ser.

 

La iglesia es impresionante. Hubo cosas que no pudieron llevarse claro. La puerta que vemos arriba con esos herrajes tan especiales. El reloj de sol labrado en sus piedras y el nombre de su localidad impregnado de tanta historia a sus ojos. Una ventana hace las delicias de la fachada y cuando subes esas escaleras hacia su entrada e imaginas cuantas personas a lo largo de los tiempos han pisado esos peldaños, aparece esa portada que se abre a la decadencia y a la belleza del pasado.

Se conservan más rincones, pero tendrás que descubrirlos en un paseo, a ser posible el fin de semana que así podrás encontrar a Víctor, su alcalde, una persona joven, llena de vitalidad y que te acompañará muy gustoso en el recorrido. Si tienes a bien, Jose María Piguillen Llorens, escribió un libro sobre el pueblo recopilando datos y datos de sus calles y sus habitantes. Puedes leerlo por curiosidad, te gustará y te ubicará en tu visita.

El castillo no se conserva, sí sus piedras, en un cerro, pero vamos que si no te dicen que fué un castillo pues igual te quedas.

Casas, vegetación, grillos, caracoles y los girasoles te dan la Bienvenida.

Sí, cuando subimos esas escaleras de la iglesia y abrimos  aquella puerta Victor y yo, me dí cuenta. Si alguien ama a su territorio, es capaz de transmitir ese amor a los demás. Ahí lo vimos. Entre esos grillos y conejos, entre los girasoles, estaba esa llave mágica, las letras de Zárabes sobre la piedra y la mano de Victor ofreciendo su generosidad.

 

 

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