Un nuevo reto..el de María. María nos mandó unas cuñas que tenía rozadas en el tacón y no se ponía por ese motivo. Hacía unos meses que las había comprado y no le apetecía retirarlas de su armario.
Confiando en alpARTgata cerró los ojos y abrió los brazos a la sorpresa.
Una vez en el taller y dejándonos llevar por la serpiente de cristales que llevan en el empeine, comencé a cubrir el tacón del color de la fina arena del desierto egipcio.
y pintando pintando…el abrazo del trazo sencillo con la linea recta…da como resultado…
un tacón atrevido, original y divertido. Para acompañar a estas zapatillas pintadas a mano UNA FALDA,
que deja ver las perseidas en un cielo incomparable…el de Maria…