Erase una vez una flor muy bella que crecía en el campo en primavera. Su nombre era margarita, y vivía en un campo verde enorme rodeada de otras margaritas. Era orgullosa y coqueta, presumiendo por doquier de sus pétalos blancos e inmaculados, más bonitos que los de sus compañeras.
Las mariposas y abejas que la sobrevolaban se quedaban extasiadas contemplándola, cantando de alegría. Ella se balanceaba, presumida ante tales zumbidos de admiración. Incluso dejaba que los insectos se posaran sobre ella con la condición de que no estropeasen sus hermosos pétalos.
Así vivía feliz la margarita hasta que, un día, una familia acudió al campo a comer, y los niños, asombrados ante la bella margarita, la cogieron para mostrársela a sus padres. Ella, en su inocencia, estaba orgullosa de haber sido la elegida. Pero, la madre les propuso un juego: deshojar la margarita jugando a alternar un ‘te quiero’ y ‘no te quiero’ en cada pétalo que arrancaban.
La margarita, horrorizada al ver que le estaban arrebatando sus bellos pétalos comenzó a llorar desconsoladamente hasta que murió de pena. Pero el último pétalo fue un ‘te quiero’ dicho por la madre a sus hijos, y pudo ver unas dulces sonrisas antes de morir.
Desde entonces, este juego de pétalos se ha hecho popular en todo el mundo.
Desde Cabezón de la Sal, en Cantabria, nos escribió Mónica. Mónica, es bailarina. De ella sabemos bastante poco pero sí lo suficiente como para darnos cuenta de que es una mujer alegre, con mucha sensibilidad y profundamente enamorada de su hijo y de su pareja: Nel y David. Su color favorito para bailar es el rojo,como sus zapatillas y cómo su tutú. Sus flores preferidas, las margaritas…… y mientras su hijo se gestaba, Mónica bailaba y bailaba…
En cuantito que le llegaron sus zapas a casa, Mónica nos hizo esta foto tan divertida. Gracias por ver la vida desde este lado Mónica.
Ohhh me encanta!!!muchísimas gracias de corazón sois geniales!!